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Es de saber que el locutor, orador, speaker, debe cuidar la salud de su voz,  los órganos que la involucran, con mas atención y de una manera mas especial que otros, pues justamente se trata de su herramienta mas preciosa de trabajo.

El primer consejo es efectuarse una laringoscopia recta. Este análisis nos mostrará el estado anatómico y fisiológico de nuestra laringe y nuestras cuerdas vocales. Si presentan algún defecto, se detectará de forma prematura, y deben ser corregidos a la brevedad, por mas insignificantes que estos sean, pues al repetirse varias veces, acaban por estropear irreversiblemente nuestra voz.

A los profesionales, se aconseja que ejerciten su palabra diariamente durante por lo menos 20 minutos, con el fin de mantener una voz firme y de buena dicción. No se debe hablar por mas de 45 minutos de continuo, si el locutor siente cansancio en su garganta, deberá suprimir el habla de inmediato.

La posición mas adecuada para hablar, es de pie, con hombros retraídos, y la cabeza en posición correcta. La ropa debe ser holgada, para no impedir, el movimiento del diafragma. Las camisas no deben estar apretadas en la zona del cuello, ya que molestaría la laringe y las cuerdas vocales. Además la vestimenta debe ser propicia para una eficaz evaporación de la transpiración.

La práctica diaria no debe agotar ni fatigar la voz. No se debe agotar nunca la garganta. Si esto sucede, significa que los ejercicios y las técnicas no se están haciendo correctamente. Sin embargo es importante buscar la causa de tal agotamiento, ya que puede constituir el anuncio de un deterioro de la voz.

La tos, el carraspeo, los estornudos ruidosos, el sonarse fuerte, orificios nasales ocluidos, deben ser evitados,  pues estos movimientos significan sacudidas violentas de los músculos e irritaciones en los órganos de la voz. De este modo muchas veces se producen patologías irreversibles.

No se debe hablar teniendo ronquera, o estando resfriado. Si lo hace dañaría el órgano vocal irremediablemente. Luego de comidas abundantes y de larga digestión, o estando cansado, no es aconsejable hablar.

El clima frío es sin lugar a dudas el ambiente mas peligros para el locutor, con la ola de anginas y resfríos. Para eliminarlos, es necesario adaptarse y desensibilizarse. En primer lugar, con un examen médico para erradicar cualquier posible foco de infección en amígdalas, adenoides y senos paranasales. La manera es practicr ejercicios físicos de ventanas y puertas abiertas durante 10 o 15 minutos, y principalmente realizar ejercicios respiratorios. Después de esto se efectuará una ducha de no mas de 10 minutos de duración, con el agua lo mas fría posible de acuerda a la estación. Esto provocará el efecto de reacción. Seguidamente se frotará el cuerpo con alcohol o colonia, con fuerte fricción.

La alimentación es otro factor que debe ser científicamente monitoreado, ya que existe una estrecha relación entre los órganos bucales y los digestivos. Debe comerse poco y de manera lenta, con una buena masticación. Los alimentos muy condimentados, las salsas, las grasas, el chocolate, las cremas, quesos fermentados, sopas de pescado, etc. deben o cunsumirse moderadamente, evitar comidas muy pesadas y abundantes que producen digestiones lentas y difíciles, meteorismo, somnolencia, lengua pastosa, esto se hace daño a la voz. Es recomendable que la comida previa a la actuación sea lo mas rápida posible.

Las bebidas alcohólicas perjudican nuestra voz. A la media hora de tomar una copa de licor, se observa por laringoscopía, una ligera congestión en los repliegues vocales. Además, del mismo modo, las comidas muy frías o muy calientes son nocivas.

El tabaco, es nefasto para la voz, y los ambientes con mucho humo. El insomnio, el sueño agitado, influyen negativamente en la voz. Lo adecuado es dormir 8 horas por día.

La calefacción perjudica la voz, reseca la mucosa de las vías respiratorias, y esto repercute en la voz de manera instantánea. Para evitarlo, moderar el uso de la calefacción, que no sea demasiada fuerte, y se debe colocar un recipiente con agua sobre el radiador, a fines de que al evaporarse se torne húmeda la atmósfera de la habitación. El ambiente frío y seco es favorable a la voz, sin embargo el clima frío y húmedo es letal.

También nuestro estado afectivo y emocional repercuten en nuestra voz, de manera positiva o negativa, según sea su naturaleza. Si estamos en períodos malos, de estrés o con preocupaciones, tensiones, es recomendable que adoptemos técnicas de relajación que permiten conocernos y canalizar nuestros estados negativos y convertirlos en positivos.